Disturbios surgieron cerca del Palacio
Nacional cuando integrantes uruguayos de las fuerzas de paz de la ONU dispararon gas pimienta y balines de goma para dispersar a unas cuatro personas que luchaban por recibir alimentos.
La reacción de los soldados se habría debido a que la gente hizo caso omiso a las indicaciones para recibir las raciones de alimento de manera ordenada y se abalanzaron hacia el lugar en donde la ONU estaba repartiendo la comida.
La mayoría de las personas corrieron, pero los jóvenes en la multitud no tuvieron miedo y se apresuraron a tomar las bolsas que traían impresas banderas de Estados Unidos y que contenían frijoles y arroz. De momento no se sabe de heridos por el incidente.
La entrega de raciones tuvo que ser suspendida momentáneamente por la ONU debido a este hecho.
GOBIERNO PIDE MAS AYUDA
El derrumbe de gran parte de la capital haitiana ha dejado sin techo hasta a un millón de personas, uno de cada nueve habitantes del país caribeño, según una estimación de la ONU, y no alcanzan las construcciones ni las carpas para alojarlos.
Por ello, hay unas 700.000 personas sin hogar que se refugian bajo sábanas, tablas y lonas de plástico en áreas públicas de la capital.
En el caso de la familia de Jean Anthony el techo es una lona plástica azul y sus paredes una sábana rosa con flores estampadas.
"No sé cómo lo llamarían, pero es mucho peor que algo terrible", dijo Anthony, de 60 años, que era propietario de un restaurante que se derrumbó.
Miles de personas acampaban alrededor de él frente al Palacio Nacional caído, entre basura y el olor de los desechos humanos.
"Vivimos como perros", dijo Espiegle Amilcar, de 34 años y desempleado, que ha hecho su casa con una capa de plástico.
El Presidente René Preval emitió un comunicado en el que solicitó ayuda urgente, en especial 200.000 tiendas portátiles, e indicó que al transporte aéreo de dicho material se le dará absoluta prioridad a través del aeropuerto de Puerto Príncipe, así como en los de las ciudades dominicanas de Barahona y San Isidro.
Pidió a la comunidad internacional agrupar las carpas de forma de facilitar la logística sobre el terreno y asegurar mayor eficacia en la ayuda.
El mandatario también solicitó 36 millones de raciones alimentarias listas para comerse con el fin de hacer frente a las necesidades de 1,5 millones de personas durante 15 días, e indicó que adicionalmente pueden suministrarse arroz, frijoles y aceite como complemento a esas necesidades.
Las organizaciones humanitarias han dicho que están tratando de conseguir carpas, pero hasta ahora se han obtenido pocas.
Los expertos podrían tardar semanas en encontrar sitios apropiados para suficientes campamentos que puedan contener a todos los desplazados, dijo el domingo la Organización Internacional de Migraciones.
El organismo pidió donaciones de 30 millones de dólares para comprar carpas y otros implementos. Hasta ahora ya recibió dos tercios de ese monto, dijo Vincent Houver, jefe de la misión en Haití de ese organismo multilateral.
El gobierno de Haití quiere que muchas de las personas que perdieron su hogar salgan de la capital, de dos millones de habitantes, para que busquen viviendas mejores con sus parientes u otras personas en otras partes del país. Las autoridades estiman que unas 235.000 personas ya han aceptado su oferta de transporte gratis para salir de la ciudad y muchos otros se fueron por su cuenta, algunos a pie.
Esto podría tener efectos profundos, pues cambiaría los lugares adonde deben enfocarse la ayuda y la reconstrucción, dijo el primer ministro haitiano Jean-Max Bellerive a un grupo de altos funcionarios internacionales reunidos el lunes en Montreal con el fin de coordinar los esfuerzos de ayuda a Haití. La secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton se encontraba entre los asistentes.
"La distribución de la gente y sus necesidades ha cambiado", afirmó Bellerive. "Tenemos que reevaluar al país completo" en términos de creación de empleos y los requerimientos de vivienda.
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